viernes, 2 de enero de 2015

Armario empotrado (con puertas correderas)

Este trabajo consiste en sustituir el frente de un armario empotrado antiguo de obra, en el que se divide el armario en dos partes (armario ropero y altillo) y cada una tenía dos puertas abatibles de madera. En un determinado momento, al pintar la habitación, se pinta también los marcos y puertas del armario (incluso se les da gotelé). El problema de esto, que en un principio puede quedar bien, es que las puertas abatibles se rozan y se golpean y por tanto se descascarilla la pintura. Otro de los problemas es que al ser las puertas abatibles, son más incomodas y necesitan un espacio mayor delante del armario, espacio, en este caso escaso.

Es un trabajo muy sencillo, no requiere grandes conocimientos ni herramientas que no estén al alcance de cualquiera, además el resultado es bastante profesional. Los perfiles se pueden encontrar en cualquier tienda de bricolaje, vienen por una parte paquetes de guías y por otra parte paquetes de puertas que incluyen las ruedas. 



Lo primero que haremos es preparar el marco para posteriormente montar las puertas correderas:

1. El primer paso es quitar las antiguas puertas, los marcos y otros elementos que estorben (bisagras, cierres…).

2. La base del altillo, que en este caso era de yeso y rasillones tuve que recortarla.

3. El marco de las dos puertas del altillo, tiene un rebaje en la parte delantera, donde van las piezas. Para igualarlo con el resto del marco utilicé un listón de ese grosor. A continuación lijo todo el marco y lo limpio para proceder a pegar los tapajuntas. A partir de aquí  comienza el trabajo más fácil y rápido (segunda parte).


4. Para colocar los tapajuntas, una vez cortados a la medida correspondiente, en lugar de utilizar tornillos o púas y que se vean la cabeza, utilizo pegamento de contacto instantáneo especial para madera. Una vez pegados los dos tapajuntas interiores, para lo que me he ayudado de cinta de carrocero para sujetarlos.


5. El siguiente será el de la base, sobre el que apoya la guía de las puertas y se fija mediante tornillos. En la parte de arriba me ahorro el tapajuntas ya que los carriles de las puertas ocuparían el mismo ancho del tapajuntas. Al igual que la guía inferior, esta también va fijada mediante tornillos rosca madera.


6. Mientras dejamos que se sequen las piezas colocadas, es el momento de montar las puertas a partir de los tableros (en este caso de 16 mm, pero también hay perfiles de puertas para tableros de 10 mm). En primer lugar se colocan los dos perfiles laterales, a continuación los inferiores y superiores sobre los que se colocan las ruedas. Una vez terminadas las puertas se montan y se regula la altura de las ruedas para que se ajuste al marco.


7. Por ultimo, coloco los tapajuntas frontales, en este caso además de cortar el largo para adaptarlo a las dimensiones, en tres de los cuatro tengo que cortar el ancho intentando adaptarme a las irregularidades de las paredes.


Este es el resultado final:








lunes, 1 de diciembre de 2014

Banco de madera y estructura metálica restaurado

En este trabajo, he aprovechado la estructura de un antiguo banco, al que le he sustituido el tablero de aglomerado que tenía y que estaba muy deteriorado por los trozos de tablas que sobraron de uno de los trabajos anteriores (el revestimiento inferior del porche). Por tanto, es un trabajo de los que llamo de "coste cero", al reutilizar una vieja estructura y sobrantes de madera de otro trabajo, siendo los únicos gastos la pintura, los tapones para las patas y los tornillos con los que se fijarán las tablas.


Una vez que se ha sustituido el tablero de aglomerado, el primer paso es preparar la estructura. Por un lado tenemos que quitar unas escuadras que tenía soldadas en uno de los laterales, para ello hay que cortar los puntos de soldadura con la amoladora y un disco de corte fino. 






Posteriormente, lijaremos toda la estructura metálica que más adelante pintaremos, pero antes, vamos a realizar una serie de agujeros en los tubos donde apoyan las tablas (colocadas de forma transversal).


Para ello utilizo una broca de 4 mm (utilizaré tornillos de 3,5 mm) y por la cara inferior, para evitar que sobresalgan las cabezas de los tornillos, realizo un avellanado utilizando una broca de 6,5 mm, también existen avellanadores que se pueden colocar directamente en la broca pero si no tenemos y no nos queremos gastar más dinero, de esta forma nos podemos apañar perfectamente. Los agujeros se han realizado cada 4 o 5 cm para asegurarnos que cada tabla, que mide 14 -15 cm. de ancho, quede fijada por lo menos por dos tornillos. 




Antes de empezar a colocar las tablas, es conveniente pintar la cara superior donde apoyan las tablas y una vez seco, nos disponemos colocarlas. 


En primer lugar, tenemos que cortarlas a la medida de la profundidad del banco, 40 cm. (el tablero anterior tenía una profundidad mayor sobresaliendo por ambos lados, pero en este caso me interesa ajustarme a las dimensiones del banco para reducir el espacio que ocupa). 



En segundo lugar, fijaremos las tablas empezando por un extremo, utilizando tornillos de rosca madera. Como son tablas de poca calidad, tienen algunas deformaciones, por lo que con la ayuda de un gato carpintero (utilizando un trozo de madera como mártir) aproximaremos las tablas al tubo consiguiendo que apoye en toda su superficie. 





En algunos casos la ubicación de los tornillos no será la adecuada para corregir las deformaciones de las tablas, lo podremos solucionar realizando algún agujero extra y colocando su tornillo correspondiente.



Y finalmente, cuando estén todas bien fijadas, se ha utilizado la lijadora para darle un paso a todos los cantos para igualarlos. También aprovechamos para darle un paso con una lija fina a todas las tablas para posteriormente aplicar el barniz. 


Se acaba pintando el resto de la estructura metálica y colocando unos tapones de goma en las patas.