lunes, 1 de diciembre de 2014

Banco de madera y estructura metálica restaurado

En este trabajo, he aprovechado la estructura de un antiguo banco, al que le he sustituido el tablero de aglomerado que tenía y que estaba muy deteriorado por los trozos de tablas que sobraron de uno de los trabajos anteriores (el revestimiento inferior del porche). Por tanto, es un trabajo de los que llamo de "coste cero", al reutilizar una vieja estructura y sobrantes de madera de otro trabajo, siendo los únicos gastos la pintura, los tapones para las patas y los tornillos con los que se fijarán las tablas.


Una vez que se ha sustituido el tablero de aglomerado, el primer paso es preparar la estructura. Por un lado tenemos que quitar unas escuadras que tenía soldadas en uno de los laterales, para ello hay que cortar los puntos de soldadura con la amoladora y un disco de corte fino. 






Posteriormente, lijaremos toda la estructura metálica que más adelante pintaremos, pero antes, vamos a realizar una serie de agujeros en los tubos donde apoyan las tablas (colocadas de forma transversal).


Para ello utilizo una broca de 4 mm (utilizaré tornillos de 3,5 mm) y por la cara inferior, para evitar que sobresalgan las cabezas de los tornillos, realizo un avellanado utilizando una broca de 6,5 mm, también existen avellanadores que se pueden colocar directamente en la broca pero si no tenemos y no nos queremos gastar más dinero, de esta forma nos podemos apañar perfectamente. Los agujeros se han realizado cada 4 o 5 cm para asegurarnos que cada tabla, que mide 14 -15 cm. de ancho, quede fijada por lo menos por dos tornillos. 




Antes de empezar a colocar las tablas, es conveniente pintar la cara superior donde apoyan las tablas y una vez seco, nos disponemos colocarlas. 


En primer lugar, tenemos que cortarlas a la medida de la profundidad del banco, 40 cm. (el tablero anterior tenía una profundidad mayor sobresaliendo por ambos lados, pero en este caso me interesa ajustarme a las dimensiones del banco para reducir el espacio que ocupa). 



En segundo lugar, fijaremos las tablas empezando por un extremo, utilizando tornillos de rosca madera. Como son tablas de poca calidad, tienen algunas deformaciones, por lo que con la ayuda de un gato carpintero (utilizando un trozo de madera como mártir) aproximaremos las tablas al tubo consiguiendo que apoye en toda su superficie. 





En algunos casos la ubicación de los tornillos no será la adecuada para corregir las deformaciones de las tablas, lo podremos solucionar realizando algún agujero extra y colocando su tornillo correspondiente.



Y finalmente, cuando estén todas bien fijadas, se ha utilizado la lijadora para darle un paso a todos los cantos para igualarlos. También aprovechamos para darle un paso con una lija fina a todas las tablas para posteriormente aplicar el barniz. 


Se acaba pintando el resto de la estructura metálica y colocando unos tapones de goma en las patas.